miércoles, 28 de noviembre de 2012

Othón Salazar Ramírez, una vida de lucha


Noé Ibáñez Martínez
Hace poco más de dos décadas, en las elecciones municipales de 1986, el municipio de Alcozauca ya marcaba una importante coyuntura político-electoral en la historia del estado de Guerrero. Ya dos periodos de administración del partido de oposición, auguraban que se consolidaba el proyecto de izquierda y que poco a poco, expandía su influencia electoral en los demás municipios y que la Montaña se estaba tiñendo de rojo.
Para ese año, el candidato a la alcaldía, el profesor Othón Salazar Ramírez, a pesar de una intensa campaña de desprestigio y trabas electorales por parte del partido oficial, ganó la presidencia municipal y tomó posesión en medio de una protesta por simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional encabezados por el candidato priísta, Baltasar Villanueva Andrade.
En una tribuna improvisada en la calle Miguel Espinobarros, el 1 de enero de 1987, el secretario de Gobierno, Jesús Ramírez Guerrero acudió a dar posesión al alcalde electo, dirigiéndose al público: “el que este municipio por tercera vez sea ganado por un partido de izquierda, es también una muestra de institucionalidad, en el que se ha gobernado con profundo sentido social y alto contenido político”.
Por su parte, Othón Salazar señaló que: “con la toma del Palacio Municipal se quiso montar una guerra de pobres contra pobres, cuando ellos tienen mil cosas en común. En ello converge anhelo socialista de romper las cadenas de la vida trágica de los mixtecos. Me comprometo a promover la democracia directa con la participación de todas las comunidades y por delante va mi corazón de comunista para querer a mis semejantes. Aquí hay un verdadero movimiento de masas”.
Salazar nuevamente señaló: “aquí está conquistada la esperanza de romper todas las cadenas que oprimen social y económicamente a nuestros pueblos y, algún día, será nuestra generación, será la que viene, será quien sabe cual, pero un día mis hermanos de raza, mis hermanos mixtecos tendrán en su mesa alimentos que los nutran, tendrán en su cuerpo ropas que los cubran, tendrán médicos que los atiendan, tendrán escuelas que les abran los caminos de la formación profesional y el cultivo de la inteligencia”.
Era un día de fiesta, cientos de ciudadanos de Alcozauca y de comunidades pertenecientes a la cabecera, estuvieron presentes, tres bandas de música “chile frito”, no dejaban de tocas “las chilenas”. El entusiasmo se desbordó en las calles cercanas, cientos de hombres y mujeres salían de sus casas para escuchar y ser testigos del triunfo del Partido Socialista Unificado de México.
Entre tanto, los priístas derrotados, tenían reacciones muy diferentes frente al edificio de la presidencia municipal: los carteles y la propaganda impresa de su Partido eran quemados y con machetes y cal eran borrados los emblemas y leyendas del partido tricolor; de esa manera los priístas daban la espalda a su partido. Más tarde inició un baile a ritmo de «tamborazo», las chilenas y los sones mixtecos alegraron por varias horas”.
Los párrafos anteriores, constituyen un pequeño libro biográfico como homenaje a una vida de lucha por la defensa de los derechos de nuestros hermanos indígenas. A cuatro años de su fallecimiento, Othón Salazar regresará a su tierra natal convertido en historia este próximo 4 de diciembre; seguramente, en el evento estarán presentes familiares, amigos y camaradas; para rendirle un merecido homenaje y decirle que sus ideales siguen vivos.
Que el sueño que alguna vez llevó a Othón Salazar mantener viva la esperanza de una sociedad más justa y equitativa, más humana y con oportunidades para mejorar la calidad de vida, principalmente de los sectores más vulnerables y que continuamente eran violentado y aislados sus derechos fundamentales; lo llevó a entregar hasta el último día de su vida, con pasión y entrega, el de ser un soldado del pueblo.

viernes, 16 de noviembre de 2012

El camino de la izquierda


Noé Ibáñez Martínez

Las experiencias electorales del 2006 y 2012, en vez de fortalecer la izquierda mexicana, la sumergió en una profunda crisis política que apunta hacia un camino aún más gris para el 2018. La unificación y el nacimiento del Partido de la Revolución Democrática en 1989, llenó de esperanzas a miles de mexicanos; entre ex priístas, comunistas, socialistas, ex guerrilleros, luchadores sociales, intelectuales y demás personajes, que veían al nuevo partido como la puerta para la democratización y el progreso del país.

En sus primeros años, el partido jugó un papel muy importante que permitía concebir grandes cambios políticos y sociales; sin embargo, después de las elecciones de 1994, el oportunismo, la corrupción y la política clientelar; se adueñaron de él. En su interior, empezó a resentirse la dispersión, la falta de un rumbo claro, sobrevino un aflojamiento de la energía revolucionaria, la iniciativa política vino a menos y, lo peor, cobraron fuerza los pleitos internos a causa del sabor de los frutos conseguidos vía elecciones populares.

Que el PRD es, ciertamente, un partido situado “a la izquierda” del espectro político mexicano nadie lo duda, pero ya no es, ni puede ser considerado como un partido de la izquierda clásica (si es que el algún momento lo fue). Dejó en el camino la parte más viva y rica de su tradición compartida: la lucha por la emancipación política, social, económica e incluso cultural; como eje rector para el desarrollo nacional.

Cuando tantos hombres y mujeres, en algunos casos, sacrificaron sus vidas por un objetivo social, no fue la creencia en una doctrina científica o filosófica; fue una pasión y una esperanza: la indignación por la estupidez y las injusticias humanas, la urgencia por construir una sociedad fraterna. Según las épocas y las circunstancias históricas. La izquierda en política no es una ideología, una doctrina, es una elección de vida para la sociedad.

Un movimiento de izquierda no puede restringirse a los partidos, tiene que ser mucho más amplio. Tiene que abarcar a individuos y grupos de la sociedad que no quieren pertenecer a ningún partido. En suma, un movimiento amplio de izquierda tiene que intentar un camino contra la desigualdad patente en todo el país, en todas sus formas. Abrirles el paso a los jóvenes con una visión diferente, y que sean ellos los futuros líderes que busquen la unidad y recuperar los valores revolucionarios.

La fragmentación de la izquierda en el país, responde a intereses personales y pugnas entre sus dirigentes. La separación de López Obrador y MORENA del PRD, demuestra una vez más, la falta de un compromiso social y el respeto de ambos a los verdaderos principios revolucionarios. A casi un siglo de lucha de la izquierda en México, ésta no ha logrado concretar la convergencia de los movimientos hacia un fin común. Lograrlo, la izquierda en el país, encontraría su propio camino y la construcción de un proyecto común de nación.

jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Fracasó Guerreros por la Alfabetización?


Noé Ibáñez Martínez

Desplegar una gran campaña alfabetizadora en la entidad, no es tarea fácil; y lo hemos comprobado a través de los años con los programas educativos para combatir este fenómeno. Hemos visto cómo la corrupción y la simulación, se adueñaron de ellos; manteniendo el índice de analfabetismo en la entidad como una de las más elevadas del país (16.7%).

Un Gobierno con una visión diferente decidió firmemente cambiar la historia de la alfabetización en el estado; con la meta de bajar el índice a la media nacional (6.9%); consciente de que erradicar resulta totalmente imposible en un periodo no más de 3 años que quedan de administración; es como si dijéramos que en tres años vamos a erradicar la pobreza, evidentemente utópico.

En el primer semestre de operación del Programa, varios factores (administrativos, financieros, de supervisión y descoordinación) impidieron la continuidad y pusieron en duda la credibilidad del mismo; el coordinador general de entonces, Sergio Tavira Román, fue acusado de corrupción y despilfarro de recursos, y finalmente, separado del cargo; dejando una enorme simulación del proceso alfabetizador y un descrédito generalizado del Programa entre alfabetizadores y adultos en atención.

El nuevo coordinador, Ricardo Castillo Barrientos, llegó al frente del programa para poner orden en los distintos rubros y reorientar las metas para una atención eficaz y congruente con la realidad social; proponiendo como meta, alcanzar la media nacional al término de la administración del gobernador Ángel Aguirre Rivero. Las acciones del nuevo coordinador, rápidamente repercutieron en el proceso. El trabajo se enfocó en la coordinación interinstitucional con las diferentes instancias alfabetizadoras.

Además, involucró distintos sectores de la sociedad guerrerense, con la firme idea de que el problema del analfabetismo no sólo incumbe al Gobierno, sino a la sociedad en general. Se diseñó una estrategia de atención inmediata y la captación de alfabetizadores y adultos, se estableció de manera constante. También, se restructuraron las coordinaciones regionales y se crearon nuevas.

El cambio de administración en los ayuntamientos permitió reactivar convenios de colaboración e instalar las Coordinaciones Municipales de Alfabetización, órganos que se encargarían de operar a nivel municipio el Programa; que a su vez, crearían los Comités Comunitarios de Alfabetización en cada una de las localidades. Éstos estarían integrados por personas reconocidas y de alto moral (comisario, maestro, médico, mayordomo, etc.)

La meta inmediata era que a finales de este año, se tendrían instaladas las coordinaciones municipales de alfabetización en los 81 municipios del estado, para que inmediatamente iniciaran a operar; y de manera paralela, graduar adultos que concluyeron exitosamente su proceso. La coordinación del Programa echó manos a organizaciones y programas sociales como Oportunidades; para que fueran vigilantes del proceso.

Si todo iba bien, ¿por qué “fracasó” Guerreros por la Alfabetización? El pasado 30 de Octubre, durante la inauguración de la primera radio comunitaria educativa, instalada en la comunidad de Nejapa, municipio de Chilapa; Ricardo Castillo Barrientos anunció que se separaba del cargo como coordinador, las razones: “por la alta burocracia en Finanzas del Estado y de colaboradores de Silvia Romero Suárez, que impiden el avance del Programa, ya que éste no debe ser burocrático”.

Las reacciones por parte del secretario de Finanzas, Jorge Salgado Leyva no se hicieron esperar, y en una carta publicada en El Sur (02/10/12), se deslindó de las acusaciones. Mientras que los medios de comunicación circularon rápidamente la noticia: “fracasó Guerreros por la Alfabetización”.

Las razones que han manejado los medios es que el Programa no dado resultados, a pesar de las inversiones que se han hecho; pero lo que no saben, es que en estos meses, se han venido graduando exitosamente adultos en distintas partes del estado; y que además, se ha venido fortaleciendo sólidamente para evitar la simulación, principal enemigo histórico a vencer.

Desde luego que no se han anunciado cifras de adultos en atención o resultados de un cierto período, porque no se trata de emitir cifras alegres y que la realidad sea otra. Aquí lo que se trata es que primero se consolide el Programa en las colonias, barrios, comunidades y municipios; de que se convenza al adulto sobre la importancia de leer y escribir; y al alfabetizador de enseñar y compartir ideas y experiencias.

Guerreros por la Alfabetización no ha fracasado, porque a pesar de que Ricardo Castillo Barrientos haya renunciado, sigue operando con o sin recursos; porque alfabetizadores y adultos lo demandan; porque el compromiso del Gobernador es con ellos, los guerrerenses. Más allá de realizar críticas y señalamientos, habría que evaluar y analizar el avance de la alfabetización en el estado de 2000 a 2010 (diez años) y compararlo con los resultados de tan sólo año y medio de operación de este Programa. ¿Guerreros por la Alfabetización ha fracasado?

lunes, 17 de septiembre de 2012

Historias surianas

Analfabetismo: un problema de todos

Noé Ibáñez Martínez
iamn870705@hotmail.com

Combatir y resolver un problema lacerante como el analfabetismo no pueda ser obra de un solo hombre, de un gobierno o de unos cuantos “Guerreros”. Se trata de un problema de todos, y todos debemos de contribuir para combatirlo. Cuando José Vasconcelos inició una gran Campaña Nacional contra el Analfabetismo en los años veinte, no contó con ningún apoyo oficial, e incluso, jurídicamente, no le competía; pero aprovechó la ocasión para promover un vasto movimiento de entusiasmo y de participación social.

Ante la desorganización general de la enseñanza y la total ausencia de políticas en materia de alfabetización, Vasconcelos, que no podía echar mano de los servicios de un ministerio con autoridad a escala nacional, decidió apelar directamente a la buena voluntad individual. Es decir, en un primero momento, la campaña dependió en gran medida de colaboradores voluntarios y de la iniciativa privada, sus objetivos fueron más extensivos que intensivos y los medios con que contaba eran limitados y fragmentarios; su desarrollo fue algo desordenado y sus resultados pecaban con demasiada frecuencia de efímeros y engañosos, pese a la buena voluntad de alfabetizadores y sus “alumnos”.

Sin embargo, en la segunda fase de la campaña correspondió a una toma de conciencia por parte de los principales de la SEP, de la complejidad, del costo y de los aspectos técnicos del problema; se observó entonces un esfuerzo de organización de medios y de personal, una especie de resurrección de la escuela rudimentaria y una reafirmación del papel primordial que tienen en ese campo los maestros ambulantes o “misioneros”. Vasconcelos quería demostrar que la cuestión atañía a todos los mexicanos y deseaba movilizar a la opinión pública en ese sentido.

Para la promoción de la campaña, la mayoría de los periódicos apoyó de manera casi incesante. La prensa de la capital proporcionó fondos, dio cuentas de los resultados más espectaculares, publicó los nombres de ciertos alfabetizadores y realizó numerosas encuestas, sumamente interesantes en la medida en que permitieron penetrar en los medios miserables de las grandes ciudades y en ciertas regiones particularmente aisladas y olvidadas que hasta entonces habían sido ignoradas en mayor o menor grado.

Incluso, Vasconcelos echó mano del “Ejército de los niños”, integrado por alumnos de cuarto, quinto y sexto grados de escuelas públicas y privadas. La misión era alfabetizar a cinco analfabetos a leer y a escribir a cambio de un diploma que los reconocía como buenos mexicanos, la preferencia en labores dependientes de la Secretaría de Educación y, si solicitaban admisión de la secundaria o en escuelas profesionales dependientes de la Secretaria, tenían preferencia por sus servicios de alfabetización.

Ahora, este momento histórico nos pertenece a nosotros. Hago un enérgico llamado a los medios de comunicación, a los periodistas, a las organizaciones sociales y civiles, a las autoridades municipales y comunitarias, a los maestros rurales y jóvenes estudiantes de los diferentes niveles educativos, a los servidores públicos y, a la sociedad en general; para que de manera voluntaria, nos sumemos todos a esta gran campaña de combate al analfabetismo en nuestro estado.

domingo, 26 de agosto de 2012

Día Internacional de la Alfabetización

Noé Ibáñez Martínez

Desde hace más de 40 años, la UNESCO viene celebrando el Día Internacional de la Alfabetización el día 8 de septiembre, en el que recuerda a la comunidad mundial que la alfabetización es un derecho humano y constituye la base de todo aprendizaje. El tema para este año es “La alfabetización y la paz”; adoptado por el Decenio de las Naciones Unidas para la Alfabetización (DNUA 2003-2012) a fin de demostrar los múltiples usos y valores que la alfabetización aporta a las personas.

Bien sabemos que la alfabetización contribuye a la paz, ya que facilita la consecución de las libertades individuales y la compresión del mundo, así como la prevención o resolución de los conflictos. El vínculo entre la alfabetización y la paz se manifiesta en el hecho de que en los países donde la democracia es inestable o en los que padecen conflictos resulta más difícil crear o mantener un contexto alfabetizado. Pero... ¿por qué es realmente importante la alfabetización?

La alfabetización es a la vez un derecho humano, un instrumento de autonomía personal y un medio de alcanzar el desarrollo individual y social. Las oportunidades educativas dependen de la alfabetización. Además, la alfabetización es el eje mismo de la Educación de Todos y resulta esencial para erradicar la pobreza, reducir la mortalidad infantil, frenar el crecimiento demográfico, lograr la igualdad de género y garantizar el desarrollo sostenible, la paz y la democracia.

Una educación básica de calidad dota a los alumnos de competencias en lectura, escritura y cálculo que les acompañan durante toda la vida y propician el aprendizaje posterior; es más probable que los padres alfabetizados escolaricen a sus hijos; las personas alfabetizadas tienen más capacidad para acceder a las oportunidades de la educación permanente y las sociedades alfabetizadas están mejor equipadas para afrontar las urgencias del desarrollo.

El gran y ambicioso proyecto de alfabetización que comenzó hace poco más de un año en Guerrero se está consolidando bajo una estrategia de coordinación interinstitucional; es decir, con la participación de los diferentes órdenes de gobierno, las instituciones educativas, las organizaciones sociales y civiles, los medios de comunicación y la sociedad en general. Además, la instalación de comités comunitarios de alfabetización permitirá garantizar exitosamente la culminación del proceso de educación de los adultos.

Alfabetizar a miles de guerrerenses es un acto de justicia social, permitiendo sus aspiraciones a una vida participativa de calidad, la convivencia en el derecho y en el respeto a la naturaleza, las tareas de productividad a que nos convoca el desarrollo nacional en el contexto de globalización son, todos ellos, índices incomparables con el rezago educativo. Contener, reducir y suprimir este rezago es hoy una tarea de todos.

Este próximo 8 de septiembre de 2012, nuevamente la UNESCO emitirá cifras y mensajes de concientización a la comunidad internacional. A lo que nos respecta, el Gobierno del Estado que encabeza Ángel Aguirre Rivero, a través del programa "Guerreros por la Alfabetización" llevará a cabo la Semana Internacional de Alfabetización del 3 al 8 de septiembre; y, en caravana, se desplazarán en las diferentes sedes programadas: Arcelia, Iguala, Chilpancingo, Tlapa, Ometepec y Acapulco; respectivamente.

Entre otras actividades a realizar, participarán especialistas internacionales (Brasil, Chile y Cuba) como ponentes sobre el tema de la alfabetización y las experiencias educativas en otros países. Sin duda, serán eventos sin precedentes en el estado, pero sobre todo, se busca concientizar sobre la magnitud del problema y la necesidad de que todos colaboremos para resolverlo; además, por el momento social y político que vive la entidad y el país, aunemos también el mensaje de la paz.

lunes, 16 de julio de 2012

Política y educación de adultos


Noé Ibáñez Martínez

Apenas el pasado 11 de julio se conmemoró el Día Mundial de la Población como una forma de buscar concientizar a la misma de las temáticas globales demográficas. Sin embargo, no se ha podido avanzar mucho en este aspecto, generando día a día problemas de toda índole. En Guerrero, de acuerdo al último censo de 2010, residen 3.4 millones de personas, ubicándose como el doceavo estado más poblado del país. No obstante, ha acumulado una serie de problemáticas relacionadas con el nivel demográfico, entre ellas, la que más afecta es la falta de infraestructura para atender el sector educativo básico.

Desde luego que es preocupante la deserción escolar en este nivel, principalmente en las zonas más marginadas de la entidad, pero también, hay otra generación que preocupa, la de los adultos iletrados que no tuvieron la oportunidad de estudiar y ahora forman parte del alto índice de analfabetismo y representan el 17 por ciento, es decir, más de 374 mil personas que carecen del conocimiento básico de la lecto-escritura, posicionándolo en el segundo peldaño a nivel nacional, sólo detrás de Chiapas.

Esta situación ha frenado en gran medida el desarrollo del estado y ha desencadenado otros problemas sociales que también habría que combatir: la insalubridad, la pobreza, la migración, la crisis alimentaria, los problemas ambientales; en fin, problemas que bien pudieron evitarse con la educación de los adultos. Aunque ésta es derecho fundamental de todo ser humano y que el Estado tiene la obligación de garantizar mínimamente la educación básica; no llega a todos los guerrerenses por diversas circunstancias (la falta de presupuesto, de infraestructura, de condiciones geográficas, etcétera.); por lo que muchos niños y jóvenes se quedan sin instrucción básica y pasan a formar parte de las estadísticas del analfabetismo.

En este contexto, el sector educativo es tarea prioritaria y reto gigantesco para la administración actual; no tan solo para niños y jóvenes de educación básica, sino también, para personas adultas que no saben leer ni escribir; es decir, una educación que debe de ir más allá de la retórica. Encontrar un plan de acción entre gobierno y sociedad en general para poner en marcha programas que proporcionen a los adultos nuevas oportunidades de realización laboral y personal, es el primer paso que se tiene que lograr.

La educación de adultos o la educación popular en su interpretación más amplia, como también lo sugería Paulo Freire, va más de allá de un proceso de alfabetización, ya que ésta debe convertirse en una práctica educativa integral, en una práctica social, igual que la práctica productiva, la cultural, la religiosa, etcétera., si se pretende educar y brindar herramientas básicas, se podrá transformar el rostro social de la entidad. Por ello la insistencia de que encontrar el uso práctico del nuevo conocimiento debe complementarse a este proceso de alfabetización que se ha puesto en marcha.

Para un primer paso el programa de alfabetización que emprendió esta administración, parece ser que ya se está logrando, el de vincularlo con la autoridad local y la sociedad en general, aunque sabemos que es una tarea ardua y compleja. Es un reto que nunca en la historia del estado se había logrado y el avance hasta el momento es un primer paso, quizás no en el número de personas alfabetizadas ni en atención, sino el hecho de involucrar a las autoridades municipales y comunitarias, así como la sociedad en general para que ellos sean los vigilantes y/o supervisores de los círculos de estudio, con la intención de evitar la simulación, que ha perdurado desde hace más de treinta años en la historia de alfabetización en el estado y principal enemigo a vencer.

viernes, 29 de junio de 2012

Primeros intentos de alfabetización en Guerrero y sus fracasos


Noé Ibáñez Martínez

¿Estáis cumpliendo con la obligación de enseñar?
O, si sois analfabetos,
¿estáis cumpliendo con la obligación de aprender?
Jaime Torres Bodet

“Si sois analfabetos, inscribíos en algún centro de los que, por millares, han sido creados en el Distrito Federal y en todas las Entidades de la Federación. Si sabéis leer y escribir, buscad a un analfabeto. Pedid vuestra cartilla a la Administración de la Campaña contra el Analfabetismo, en la Secretaría de Educación Pública o en la Dirección de Educación Federal del Estado o del Territorio en el que habitéis. Y enseñad, enseñad, enseñad. Enseñad con fervor, con perseverancia, porque no sólo vuestros discípulos los que se beneficien de vuestro esfuerzo. Seréis, mañana, vosotros mismos. Serán, más tarde, vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos. Será la Patria, esa madre augusta que nos protege con su bandera y a la que le debemos todo, ya que todo, en nuestras existencias particulares, le pertenece”.[i]

El rezago educativo que arrastra el estado de Guerrero es histórico. La Revolución Mexicana hundió al país en una profunda crisis política, social, económica y educativa. La entidad suriana en la década de los años veinte, más del 80% de la población era analfabeta, ocupando el primer lugar a nivel nacional. A pesar de los esfuerzos de la recién fundada Secretaría de Educación Pública dirigida por José Vasconcelos, no logró disminuir el índice de analfabetismo que para 1930 seguía en ese sitio. Sin embargo, diez años después pasó al segundo lugar superado por Oaxaca. Es decir, de 1930 a 1940, el analfabetismo en el estado descendió de 80 a 77% aproximadamente. Pero no así, en municipios que eran más críticos, en Iguala por ejemplo, el índice ascendía en 62%; mientras que en Metlatónoc, Tlacoapa, Xalpatláhuac y Zapotitlán Tablas, el índice de analfabetismo ascendía entre 98 y 99%.

          El gobierno federal, en los años veinte intentó llevar la educación en todos los rincones del país, en un esfuerzo sin precedentes. Se podría afirmar que la Primera Campaña de Alfabetización abarcó de 1921 a 1930, en el cual, José Vasconcelos buscó solventar la falta de instrucción que tenía la población. Se pensaba que los diez años de guerra que había sufrido el país habían repercutido en la instrucción de la población, por lo que el analfabetismo de los adultos era muy alto. De acuerdo con el censo de 1921, el 66.1% de la población mexicana, no sabía leer ni escribir. En este contexto, se formó un gran ejército de niños con instrucción primaria y un número importante de maestros honorarios (3 022). Cada uno de ellos debía colaborar con la labor alfabetizadora. Sin embargo, con la salida de Vasconcelos de la SEP la campaña de alfabetización desapareció durante el régimen de Plutarco Elías Calles; y ni siquiera se mencionó en las administraciones de Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez.

          La Segunda Campaña de Alfabetización abarcó de 1934 a 1940. Con la llegada de Lázaro Cárdenas al poder se retoma la idea de erradicar el analfabetismo en el país mediante el Programa Nacional de Educación, que incluía el proyecto de alfabetización popular. La propaganda de esta campaña tomó tintes de cruzada redentora nacional, y el propio Cárdenas la encabezó como presidente de la República. Se lanzó también otra campaña, la de Pro-educación Popular con la que el gobierno se comprometió a “desanalfabetizar” al país en tres años, además de lograr el “mejoramiento técnico y cultural de los maestros así como la elevación del nivel higiénico de las comunidades y viviendas para obreros”.

          La Tercera Campaña de Alfabetización abarcó el sexenio de Manuel Ávila Camacho (1940-1946). En estos años se creó el Centro Regional de Educación de Adultos y Alfabetización Funcional para América Latina (CREFAL). En diciembre de 1943, se planteó una nueva campaña contra el analfabetismo, para la que se echaría mano de todas las armas que la propaganda de la época permitía, “el interés era evidentemente político: acabar con viejos rencores y odios que hicieron crisis en el sexenio anterior y unir al país nuevamente, integrando por medio de la lectura a todos los habitantes”. En agosto de 1944, Ávila Camacho expide la Ley de Emergencia en virtud de la cual emprendió en todo el país la Campaña Nacional contra el Analfabetismo. En mayo de 1945, pone en marcha la Campaña Nacional contra el Analfabetismo dentro del sistema ferroviario; la intención era garantizar que en un plazo breve se logre que los ferrocarrileros analfabetos y sus familiares aprendan a leer y escribir.

          A finales del sexenio avilacamachista, se reformó el artículo 3° constitucional para reconvertir la educación socialista y en su lugar establecer una educación integral, científica y democrática para combatir los altos índices de analfabetismo que imperaban la época. Esta campaña tenía dos propósitos fundamentales: por una parte, servir a nuestro país, proporcionando a todos los iletrados la misma oportunidad inmediata para alcanzar ese primer peldaño de la instrucción que es el conocimiento de la lectura y de la escritura. Por otra parte, servir, en nuestros país, a la causa universal de la democracia, ya que abrigamos la convicción de que una paz duradera sólo se afianzará sobre un acuerdo democrático de los pueblos, y un acuerdo de tan alta categoría solo será fecundo si los pueblos lo adoptan conscientemente, sabiendo la significación de los compromisos que implica una convivencia libre, justa y civilizada.[ii] Sin embargo, el proyecto de alfabetización no terminó ahí, Miguel Alemán Valdés continúo durante su sexenio con la campaña.

          La Cuarta Campaña de Alfabetización comenzó en 1958 con el retorno de Torres Bodet a la SEP y comienza una nueva etapa en los programas de alfabetización y educación extraescolar que ponía énfasis en la idea de que alfabetizar no significaba simplemente enseñar a leer y escribir, sino impartir conocimientos prácticos de utilidad inmediata para lograr el mejoramiento de los niveles de vida del hombre y su comunidad. En febrero de 1959 se crea la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos. Desde entonces el discurso acerca de lo que significaba la alfabetización se transformó.

          Para la entidad guerrerense, la década de los cuarenta se caracterizó por la atención especial al sector educativo. Desde el gobierno de Adrián Castrejón se realizó un gran esfuerzo por atenderlo, por ejemplo, en julio de 1929 convocó al Primer Congreso Pedagógico del Estado, cuyos propósitos fundamentales eran: 1) reorientar la enseñanza en sus aspectos escolar, económico y social; 2) reorganizar las escuelas rurales, secundarias, profesionales, enseñanza domestica y de enseñanza particular; 3) controlar el sector educativo con pruebas de eficiencia y documentación; 4) instrumentar la cooperación entre autoridades y las comunidades; entre otros puntos.[iii]

          De tal forma que para 1948, había en el estado 1 049 escuelas primarias, de las cuales 679 eran federales, 301 estatales, 3 de acuerdo al artículo 123, y 65 particulares y municipales. Del total de escuelas en la entidad, 60 eran consideradas semiurbanas y 979 del tipo rural. En 1947 de un total de 72,233 alumnos inscritos, el 72.95% acudían a las escuelas rurales, un 20.7% a semiurbanas y el 6.4% a escuelas urbanas. La educación secundaria se impartía solo en 4 planteles, sostenidos por la federación, ubicados en Iguala, Chilapa, Teloloapan y Acapulco. Completaban el sistema educativo, 40 jardines e niños y 2 internados, uno para indígenas, con 94 alumnos, además del Colegio del Estado, que en 1946 es creado por el gobernador Rafael Catalán Calvo y la histórica Escuela Normal de Ayotzinapa, únicas instituciones de educación superior en el estado.

         Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos por atender al sector educativo, la situación se agudizó en las zonas indígenas en donde los intentos por una educación bilingüe empezaban a darse, pero que lejos de ser una política educativa contra el analfabetismo, resultaban “experimentos”, en donde lo mismo incursionaban instituciones oficiales nacionales, como internacionales, encabezados por el Instituto Lingüístico de Verano. La realidad era contundente: el 70% de la población indígena continuaba siendo monolingüe y el 67% de la población total del estado, en 1950, era analfabeta.[iv]

         Pero, ¿cuáles fueron las causas de este alarmante panorama educativo? En primer lugar, por una política educativa equivocada. En segundo lugar, había atención pero se atendía mal, aunque estas actividades concentraban el mayor presupuesto del estado; sin embargo, los resultados eran muy pobres. Además, la educación pública era improvisada, se promovió la creación de escuelas como obligación básica de las comunidades y municipios. El Estado proporcionaba instructores cuyos fines eran enseñar a leer y escribir a niños y adultos, llegando a tener el carácter de alfabetizador. No obstante, el educador no contó con condiciones materiales y de apoyo elemental para desempeñar su labor. Los alumnos desertaban, las escuelas funcionaban por temporadas y los instructores abandonaban la tarea. Aunque, el gobierno inflaba las estadísticas.[v]

          En este contexto, el estado de Guerrero y los municipios tampoco disponían de recursos para atender las campañas de alfabetización y misiones culturales; por lo que el rezago educativo superó los esfuerzos públicos para contrarrestarlo. Además, aunado otros problemas como la población dispersa, el territorio amplio y escaso de comunicaciones.

          El gobierno de Rafael Catalán Calvo propuso algunas soluciones para atender la crítica situación educativa en el estado, entre otras: a) aumentar para 1946 el número de maestros y también elevarles un sueldo digno; b) que las dos únicas instituciones de educación superior (Normal Rural de Ayotzinapa y el Colegio del Estado) doblaran el número de egresados; c) que la enseñanza de indígenas los atendieran los maestros federales conocedores de las costumbres y del idioma o dialecto; y d) para resolver el problema se requieren medidas extraordinarias y disciplina rigurosa. No se justifican los aplazamientos. Los apáticos, los cansados, los que sólo buscan el modo de pasar la vida, esos no servirán para trabajar en Guerrero.[vi]

         Posteriormente, el gobierno del general Baltazar R. Leyva Mancilla impulsó la educación con programas de alfabetización tan sólo mes y medio de haber tomado posesión. Sin embargo, bajo las mismas condiciones sociales los programas no tuvieron mayores resultados.

         A manera de conclusión, las políticas educativas implementadas por los primeros gobiernos postrevolucionarios en el estado, no lograron consolidar este sector; abriendo paso a un problema que colocaría al estado en los primeros lugares de rezago educativo. Los gobiernos posteriores a la segunda mitad del siglo XX, mantuvieron estas políticas públicas con un avance lento. En lo particular, la alfabetización a pesar de que a inicio de los años ochenta se crea el INEA, el avance para su erradicación será demasiado lento, adueñándose de él la simulación y la corrupción.


NOTAS


[i] Mensaje radiofónico de Jaime Torres Bodet, México, D.F. 6 de junio de 1945. En Torres Septién, Valentina, Pensamiento educativo de Jaime Torres Bodet, Ediciones El Caballito-SEP, México, 1985. p. 71.
[ii] Ibídem, p. 69.
[iii] AA.VV. Historia General de Guerrero. Vol. IV. Revolución y Reconstrucción. CONACULTA-GOBIERNO DEL ESTADO-JGH Editores, México, 1998. p. 297.
[iv] Gutiérrez Ávila, Miguel Ángel. “Guerrero después de Cárdenas” en Neri Quevedo,
Edgar (Comp.)
Guerrero 1849-1999. Tomo I, Gobierno del Estado de Guerrero, Chilpancingo, 1999. p. 78.
[v] AA.VV. Historia General de Guerrero., op. cit. p. 221.
[vi] Catalán Calvo, G. Rafael. Problemas de Guerrero. Ediciones del Gobierno del Estado, México, 1986. pp. 79-87.

martes, 1 de mayo de 2012

En busca de un Guerrero libre



Noé Ibáñez Martínez
Históricamente, el México posrevolucionario priorizó la incorporación del sector educativo como política pública fundamental de un Estado al crear la Secretaría de Educación Pública en 1921. José Vasconcelos, primer secretario del nuevo ministerio, inició inmediatamente una gran campaña educativa en todo el país, no solamente en zonas urbanas sino también, rurales.
Bien sabemos que un derecho humano elemental y un recurso ineludible para ejercer otros derechos humanos fundamentales son, sin duda, la educación y/o la alfabetización. Por lo que la labor de Vasconcelos iba más allá de una simple enseñanza-aprendizaje; sin embargo, esta labor adquirió dimensión social con el gobierno de Lázaro Cárdenas.
Esto significa que para el sexenio cardenista, la educación rural no solo implicaba la educación de los niños en un lugar físico llamado escuela, sino, la interrelación de la misma con la comunidad, con los padres de familia; para que en conjunto, cuestionaran y resolvieran los problemas de la comunidad misma.
Actualmente, esta interrelación perdió presencia y perdió importancia. La escuela por un lado y la comunidad por el otro. La ciudadanía dejó de ser factor activa del proceso de aprendizaje de las nuevas generaciones. El divorcio entre la ciudadanía y la escuela propició el desencadenamiento de una serie de problemas sociales que repercuten en el progreso de la comunidad misma o de una nación.
El mantener una tendencia ascendente de abandono de conciencia social y el divorcio entre comunidad y escuela; propicia el creciente número de analfabetas; y por lo tanto, la posibilidad de alcanzar una democracia efectiva y el ejercicio de otros derechos fundamentales.
Por tal motivo, la participación social en la educación es un eje fundamental y condición necesaria para lograr objetivos que se propone un sistema educativo nacional. Es momento de reincorporar a los padres de familia y a la comunidad en el proceso de aprendizaje de sus hijos para dejar de pensar que la escuela es la única responsable de que un estudiante sea buen ciudadano o no.
Bien sabemos que la inequidad en México se debe a la presencia de adultos y jóvenes que no acceden al leguaje escrito y carecen, por lo tanto, de las competencias mínimas necesarias en escritura, lectura y cálculo elemental. La realidad de este escenario reitera la urgencia de retomar proyectos en materia de alfabetización en nuestro país, tomando en cuenta la necesidad de adecuar las estrategias a un contexto de amplia diversidad cultural, geográfica y social.
Así, el analfabetismo de jóvenes y adultos debe asumirse como una deuda moral impostergable que debe atenderse. No obstante, recientemente, inició una campaña impresionante de alfabetización en un estado donde históricamente, el analfabetismo ha sido el principal obstáculo para su desarrollo social, económico y democrático. En otros momentos, habíamos comentado que la democracia en Guerrero es fantasmal, una democracia sin pueblo, precisamente porque el analfabetismo impide que los guerrerenses fuesen libres de decidir.
Paulo Freire decía que la educación es la práctica de la libertad, por lo que si se logra alfabetizar a la mayoría de los guerrerenses, tendrán la oportunidad de decidir libremente quien o quienes querrán que los gobierne. Es esa la intención, es esa la meta; hacer que Guerrero sea libre.

jueves, 12 de abril de 2012

¿Que nos espera con los candidatos presidenciales?

A proposito de las campañas electorales de los candidatos de los partidos politicos, la verdad es lo mismo de todos los años, haciendo promesas que no pueden cumplir, mostrando tanta hipocresia, que la verdad en mi opinion es lo mismo todos y cada uno de ellos, se encuentran corruptos todos ellos, el senado mismo y la camara de diputados, solo responden a intereses egoistas y monetarios...
 

por Robert Sandam

CARICATURAS POLITICAS

No soy hombre de muchas palabras así que aquí les dejo unas caricaturas que realize, la primera es sobre el Gobernador del Estado, Ángel Aguirre Rivero sobre los hechos ocurridos entre la policía y los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa... 


 Aguirre sobre Ayotzinapa






 

 Esta caricatura es sobre la reciente visita del Papa Benedicto XVI a Mexico, cuya visita costo a los mexicanos, dinero que pudo servir para combatir la pobreza en zonas marginas de los estados o la situacion tan lamentable que viven los Tarahumaras, en fin que se puede esperar de un gobierno Panista....







El pasado Marzo, curiosamente unos dias despues de la visita del Papa Benedicto XVI a Mexico, se discutio y se aprobaron reformas al articulo 24 constitucional, si ahondar en detalles, estas modificanes permiten mas libertades a los religiosos, en intervenir en asuntos publicos o genera vacios legales para que puedan actuar de formas que sin los cambis al articulo 24 serian ilegales dados sus cargos religiosos, este es un ataque mas de los politicos Derechistas y Catolicos en su mayoria de aniquilar el estado Laico...


Por Robert Sandam.

miércoles, 14 de marzo de 2012

El agua y la seguridad alimentaria

Noé Ibáñez Martínez

El próximo 22 de marzo se celebrará el Día Mundial del Agua, mismo que fue declarado oficialmente por la UNESCO desde 1993. La intención es claramente el fomento de la conciencia pública a través de la producción y difusión de documentales y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos.

Sin lugar a dudas, se celebran estas iniciativas encaminadas a concientizar a la población sobre el uso adecuado del vital líquido. Para este año, el objetivo no nada más es el agua, sino también, su vínculo con la seguridad alimentaria. La alerta es que cada persona necesita consumir de 2 a 4 litros de agua al día, pero se requieren de 2 mil a 5 mil litros de agua para producir los alimentos diarios de cada persona.

La sequía es la causa más común de la grave escasez de alimentos en los países en desarrollo. Pero es un asunto que poco le preocupa, por ejemplo, al gobierno mexicano, cuya política alimentaria está encaminada a la dependencia. En enero pasado, en la sierra Tarahumara se encendieron focos rojos cuando empezaron a registrarse muertes por hambruna y al menos 500 mil afectados debido a las pérdidas en miles de hectáreas de frijol y maíz; además de la muerte de miles de reses.

Situaciones como esta se irán presentando cada vez más seguido y más severo. En el nuestro estado de Guerrero, es una bomba de tiempo que es necesario atender de manera emergente. La agricultura depende esencialmente de las lluvias de temporada y habrá problemas de alimentación sino llueve lo necesario. En la región de La Montaña, la tala de árboles y su uso como combustible, los incendios (que ya se acerca la temporada) y la contaminación; son causas directas de la sequía. Los ríos, riachuelos y pequeñas fuentes de agua que existían hace 10 años, prácticamente desaparecen en estas fechas, obligando a los pobladores de las comunidades a conseguir el agua para el consumo cada vez más lejos.

Aquella Montaña llena de vegetación como nos la imaginamos, cada vez se está convirtiendo en una “Montaña de polvo”. Habría que emprender un proyecto sin precedentes de reforestación, así como la concientización de la población sobre el uso de los recursos naturales como primeros pasos para la conservación y la producción de alimentos de manera sostenible y saludable.

martes, 13 de marzo de 2012

Las tareas de la juventud

Noé Ibáñez Martínez

La juventud en México ha sido partícipe medular en los grandes procesos sociales, políticos, económicos, culturales y ambientales a lo largo de la historia nacional. En la juventud se ha encontrado la fuerza, la dinámica y el deseo de cambio con mira hacia el futuro. En la segunda mitad del siglo pasado, la juventud fue protagonista directa de estos cambios, ejemplo de ello, el movimiento del 68; el cual heredó una tendencia de lucha en muchos jóvenes actualmente.

En el contexto de la construcción del Movimiento Socialista de la Montaña en 1999, el Secretario de Acción Juvenil, Julio Lázaro Bazán envió un mensaje a los jóvenes de La Montaña, sosteniendo que “hace falta comprender que nuestra emancipación social no nos caerá del cielo, que esa emancipación la vamos a conquistar nosotros mismos, a pulso, con organización y programa de lucha”.

Más adelante señaló que no habría que tenerle miedo al sufrimiento que la lucha impone. La historia de México registra hombres y mujeres cabales, que no tuvieron miedo a los sufrimientos como tampoco a la muerte. Pero, lamentablemente, este tipo de acciones no fueron más allá. El proyecto murió.

La desorganización, la antipatía y la falta de interés por los jóvenes, son causas secundarias por las que las luchas no se han desplegado como hace cincuenta años ocurrió. Las llamas se mantienen muy aisladamente y son ―por lo general― de menores trascendencias. ¿Por qué? Sencillamente porque se perdió la conciencia revolucionaria; aquella que levantaba a los jóvenes a luchar por sus derechos y cuestionar la vida pública de México.

Por tal motivo, es importante recobrar la conciencia histórica y social, sobre todo en estos tiempos en que los protagonistas del poder actúan y manejan el futuro de los ciudadanos a su antojo. Desde cualquier ámbito (música, pintura, dibujo, letras, etc.) habría que emprender tareas firmes de concientización, como una forma de resistencia juvenil.

martes, 6 de marzo de 2012

El PRD: ¿un partido de izquierda?

Noé Ibáñez Martínez

La fundación del PRD el 5 de mayo de 1989, generó grandes expectativas como partido de oposición al régimen priísta. Fundado por ex priístas, comunistas, socialistas, ex guerrilleros, luchadores sociales y demás personajes que se dicen llamar de izquierda; en su primeros años, el partido jugó un papel muy importante que permitía concebir grandes cambios de carácter democrático en el país. Sin embargo, después de las elecciones de 1994, el oportunismo, la corrupción y la política clientelar; se adueñaron de él.

En el interior del partido, empezó a resentirse la dispersión, la falta de rumbo claro, sobrevino un aflojamiento de la energía revolucionaria, la iniciativa política vino a menos y, lo peor, cobraron fuerza, ignominiosa a veces, los pleitos internos en el PRD a causa del sabor de los frutos conseguidos vía elecciones populares, vía elecciones internas y vía cuotas de poder.

Actualmente, de la izquierda histórica (PCM, PSUM, PMS) no queda nada. La lucha revolucionaria y democrática fue sustituida por las viejas prácticas del PRI, a tal punto que lo único que distingue el uno del otro, es el color. Los miembros del PRD dicen ser de izquierda de dientes para afuera, pero en la práctica, la realidad es muy distinta (o más bien, muy similar a las del PRI o PAN).

 “El espíritu electoralista, intereses personales y de grupo, vacío de identidad ideológica, son rasgos dominantes en la vida actual del PRD”, así lo definió el extinto comunista Othón Salazar, cuando hace más de una década atrás, renunció al partido por las mismas causas. Argumentaba que: “el PRD no se compromete con una política anticapitalista, como tampoco el PRI; el PRD lo ofrece todo a cambio de conseguir votos. Lo increíble, lo que es público además, es que también en el PRD se compran votos; se compran con dinero, y me pareció que esas formas de hacer política no tenía por qué compartirlas ni directa ni indirectamente. Me pareció que el PRD poco a poco iba siendo el PRI vestido de amarillo”.

Lamentablemente, bien lo podemos constatar en la elección interna de candidatos para puestos populares en las próximas elecciones; los mismos métodos emplean el PRI y el PRD (dedazos, palomeados y encuestas cuestionadas). ¿Dónde quedó la izquierda revolucionaria comprometida con las causas de los pueblos? ¿Dónde quedaron los líderes de izquierda con un principio teórico e ideológico profundo congruentes con sus palabras y sus acciones?