lunes, 28 de enero de 2013

…y el pueblo se levanta


Noé Ibáñez Martínez

“Venimos a decirles que estamos en contra de la delincuencia. Nosotros lo hacemos porque nadie va a venir a defendernos”. Explicaban mujeres nahuas de Chiepetepec a automovilistas; esto debido a los robos, asaltos, violaciones y la presencia de personas con actuar extraña en la comunidad; y que en acuerdo común decidieron tomar dichas medidas para protegerse.
Chiepetepec de 1800 habitantes, municipio de Tlapa, se suma a los levantamientos populares de Huamuxtitlán, Xochihuehuetlán, Cualac, Olinalá, Ayutla, Tecoanapa, Ahuehuepan, Atliaca y Acatempa; buscando autodefenderse contra la delincuencia organizada y evitar los secuestros y extorsiones de los que últimamente han sido víctimas.

La respuesta del Gobierno estatal que encabeza Ángel Aguirre Rivero ha sido inmediata para atender esta problemática, enviando el Ejército, la Marina y la Policía Federal y Estatal para reemplazar los retenes populares; sin embargo, estas medidas no garantizan la plena seguridad de los ciudadanos, por lo que, éstos han optado mantener los retenes populares en entradas y salidas de las comunidades.

Los levantamientos armados de autodefensa contra la delincuencia que han surgido —hasta el momento— demuestran la incapacidad del Estado mexicano para garantizar la seguridad pública, no solamente en la entidad, sino en todo el país; aunada también la complicidad y corrupción de la policía municipal, que protegen a las bandas criminales.

Desde hace años, las comunidades indígenas han sido víctimas de la delincuencia: robos, extorsiones y secuestros. Los delincuentes vieron como “mina de oro” que los pobladores tuvieran algún familiar en Estados Unidos, por lo que intensificaron sus actividades ilícitas en las zonas con nula presencia policiaca. En caminos de terracería y brechas que conducen a las comunidades, los delincuentes asaltan a las “pasajeras”, luego que los indígenas regresan de Tlapa a recibir algún pequeño envío de familiares; aunado también el común y añejo robo de ganados.

Ante estas circunstancias, la única alternativa que les queda es hacer justicia por sus propias manos; no descartando que el movimiento de autodefensa, se extienda por las demás comunidades indígenas de La Montaña, toda vez que el Gobierno estatal, no garantice la seguridad y tranquilidad de las familiares guerrerenses.

El día de ayer, el gobernador Ángel Aguirre Rivero y los mandatarios de Morelos, Edomex, Hidalgo, así como Jefe de Gobierno del Distrito Federal; se reunieron con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y el gabinete de seguridad nacional en la ciudad de Toluca; con la finalidad de afinar y reforzar las estrategias en materia de seguridad en el país y el apoyo de la federación a las entidades.

Seguramente, la federación enviará a más efectivos del Ejército, la Marina y la Policía Federal; para reforzar la seguridad en los puntos críticos en los que los pueblos ya se levantaron. Sin embargo, el gobierno estatal tendrá que valorar y no descuidar otras regiones del estado, donde evidentemente, los pobladores están valorando seguir las mismas acciones y medidas.

Esto se trata —quizás— de una primera fase de un levantamiento popular contra una injusticia social como lo es la falta de seguridad pública; en este contexto, los pobladores podrían aprovechar la coyuntura político-social para exigir al Gobierno estatal y federal: educación, salud, obras sociales y otros beneficios para el bien común. Y es lo que hacía falta… que el pueblo se pusiera de pie.

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