martes, 12 de febrero de 2013

La educación en México: reforma y resistencia


Noé Ibáñez Martínez

El Estado mexicano enfrenta la etapa más crítica de la educación pública, una deuda histórica que desde la postrevolución parecía vislumbrar el nacimiento de un sistema educativo para los mexicanos y que impulsaría la reconstrucción y progreso del país; sin embargo, desde los años cuarenta, el contexto social y político internacional, cambió el rumbo de la educación pública y ésta abandonó su papel social.

En las últimas décadas, factores como: nuevas tecnologías de información y comunicación, el proceso de globalización económica, la irrupción del libre mercado y el derrumbe de los proteccionismos, la transición hacia la democracia, la persistencia de una aguda desigualdad social y de manchas urbanas de miseria, el incremento del narcotráfico, los movimientos migratorios, la irrupción del feminismo, la exigencia de derechos humanos y de una justicia más eficaz, la reivindicación de la pluralidad cultural, el surgimiento de movimientos de autodefensa por la seguridad pública, la pérdida de valores éticos y cívicos, etcétera; presionaban a favor de una urgente reforma de la educación.

En diciembre de 2012, el Congreso de la Unión aprobó la reforma al artículo 3ro constitucional, con lo que se busca, devolver al Estado su capacidad rectora de decidir en materia de planes y programas de estudio, incorporando el valor “calidad” dentro de los rasgos de la educación que imparta. Sin embargo, esta reforma desencadenó una serie de resistencias por parte del SNTE y la fracción disidente, la CNTE, con una serie de medidas y acciones desde protestas y mítines hasta amparos contra dicha reforma.

Bien, estas acciones responden a cuatro conceptos clave en la reforma: ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia. A pesar de que Elba Esther Gordillo sólo se oponga a esta última, la base trabajadora magisterial la concibe en su conjunto como un atentando al derecho laboral y hasta la privatización misma de la educación, que sin duda, de pretender esto, sería la mayor traición a los mexicanos. La evaluación obligatoria acompaña a estas palabras.

Por un lado, el ingreso al servicio docente debe estar sujeto a reglas claras que den seguridad de que las personas mejor preparadas y con mayores capacidades sean quienes ocupen las plazas. Un maestro que compra una plaza o la adquiere por herencia ingresa a su carrera con una falta que debilita su función como educador, además de que podría estar ocupando la plaza de otro maestro con mejor preparación. Entonces la reforma al artículo 3ro obliga a todos por igual, sin más privilegios que para ingresar al servicio docente sea por mérito profesional.

Los concursos de oposición para la promoción a cargos con funciones de dirección o de supervisión reconocen el papel central de quienes desempeñan esos cargos: son los funcionarios que ejercen la responsabilidad de autoridad en el ámbito escolar. Cuyo deber es el de propiciar un clima de trabajo y un ambiente escolar favorables al aprendizaje; deben coordinar, asistir y motivar a los docentes en su trabajo; realizar los procesos administrativos y de vinculación de la escuela con la comunidad; y diseñar, implementar y evaluar los procesos de mejora continua en el plantel. La asignación de estos puestos no garantiza que quienes ocupan esos cargos sean las idóneas ni mucho menos por mérito profesional. La reforma propone “la idoneidad de los conocimientos y capacidades que correspondan”, sustentada en la evaluación obligatoria, como el criterio central para otorgar las promociones. Por ello, éstas quedarán abiertas a todos los maestros, no sólo para los de mayor antigüedad o para quienes logran puntos por razones que no necesariamente responden al interés de la educación.

El reconocimiento de los maestros ha sido planteado por la profesión docente desde décadas atrás. Al incorporarse a la redacción del artículo 3ro, como parte del servicio profesional docente, adquiere una especial jerarquía. Esto se convierte en una posibilidad real de construir las condiciones necesarias para mejorar el reconocimiento a los maestros. Estos reconocimientos deben apoyar al docente en lo individual como al equipo de maestros, la institución y la comunidad. Además de incentivos económicos, los reconocimientos deben abarcar diversas dimensiones de motivación tanto para el docente como para la profesión, buscando dignificar el papel del maestro para el desarrollo de la sociedad.

La permanencia es el apartado más polémico de la reforma, porque estiman que la consecuencia sería la estabilidad en el empleo. A pesar  de que el gobierno federal ha difundido las intenciones de la misma, docentes han tomado medidas que consideran necesario para defender su empleo. Entiendo que la evaluación sea necesaria para medir avances y debilidades de la educación; pero sin que esta vulnere la estabilidad laboral del trabajador. Habrá que construir criterios, mecanismos e instrumentos de acuerdo a la realidad social y cultural de cada región del país que permitan una valoración integral, sólida y confiable; buscando actualizar y dignificar la labor del maestro.

Estos son los nuevos retos que enfrenta la educación en México. A pesar de que ya 17 congresos estatales aprobaron la reforma al artículo 3ro como requisito mínimo para que entre en vigor; se han intensificado acciones del magisterio mexicano buscando rechazar e impedir dicha declaración constitucional. Sin embargo, todo parece indicar que entrará en vigor, sólo esperemos que cumpla con la declaratoria que expresa “el respeto a los derechos constitucionales de los trabajadores de la educación…

jueves, 7 de febrero de 2013

Guerrero, en el ojo del huracán


En los últimos días, la situación político, social y económica que vive la entidad suriana y algunos municipios, lo ha puesto ante la opinión pública, no tan sólo del país sino del mundo.
Al inicio de este año, lo que auguraba el Gobierno estatal de ser un año próspero y la consolidación del desarrollo económico y social, se convirtió en un ambiente de inestabilidad. Primero, por el levantamiento armado de ciudadanos cansados de los delincuentes que irrumpen en la convivencia pacífica de las comunidades.
Foto. Archivo
Encapuchados y armados con lo que se pueda, tomaron el control de seguridad en sus comunidades, reemplazando el papel de la autoridad, ante la falta de competitividad y la presunta complicidad de ésta con los grupos criminales. El movimiento se extendió en varios municipios de Costa Chica, La Montaña, Centro y Norte.
La reacción de ejecutivo estatal y la federación, ha sido inmediata; por el temor de que el movimiento de autodefensa se extendiera en todo el estado e incluso el país. Aunque la opinión pública ve con buenos ojos este levantamiento y por supuesto, incitan a los pobladores de otros estados a tomar las armas.
Pero no sólo esto es noticia nacional, sino también el caso de los municipios endeudados, los cuales, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dejó muy claro que la federación no los rescatará. Un total de 286 munícipes amenazaron con paro laboral total para el 12 de febrero si la negativa de rescate financiero persiste.
La presión llegó al Congreso de la Unión con la intención que se crea una especie de “Fobaproa” municipal: un programa de rescate con recursos federales. Encontraron el apoyo y respaldo de legisladores del Movimiento Ciudadano, quienes buscarán empujar una modificación al artículo segundo de la Ley de Coordinación Fiscal, a fin de abrirle espacio jurídico al fondo de rescate.
Las alcaldías de Guerrero que se sumaron a este frente son: Taxco, San Miguel Totolapan, Juan R. Escudero y Acapulco. Y es del gobierno municipal de Acapulco del que se ha dado mucho de qué hablar esta semana. Primero, por el caso de las españolas violadas por un grupo de delincuentes en la comunidad de Barra Vieja y que por supuesto, la opinión pública ha condenado y la noticia ya circula en los medios de comunicación españoles.
Tanto el gobierno local como el federal, tomaron cartas en el asunto para dar con los responsables y hacer "justicia". Sin embargo, el alcalde porteño, Luis Walton en sus declaraciones del caso ha "titubeado" por lo que los medios de comunicación arreciaron la crítica.
Y no tan sólo por eso, sino también por la súplica que le ha hecho a Enrique Peña Nieto para que rescate al puerto: “el presidente de la República, vino a Acapulco y ofreció que le iba a dar el apoyo. Hasta el día de hoy no hemos visto el apoyo. Le estamos exigiendo que regrese a ver a Acapulco que también es parte de la República y que queremos el apoyo para todos los acapulqueños”, dijo durante su comparecencia, donde al finalizar se le quebró la voz y derramó algunas lágrimas.
Y por supuesto, repartió responsabilidades del caso de las españolas asaltadas y violadas. Ahora con mucho más razón, podrá seguirle suplicando a EPN su apoyo a Acapulco.
Estos hechos marcan nuevamente una pauta en la vida política, social y económica en el estado como en el país. Fenómenos sociales que surgen a consecuencia por la mala administración de la cosa pública, pero que será de mucho aprendizaje, no tan sólo para quienes aspiran a dirigir un pueblo sino, para el pueblo mismo.

lunes, 28 de enero de 2013

…y el pueblo se levanta


Noé Ibáñez Martínez

“Venimos a decirles que estamos en contra de la delincuencia. Nosotros lo hacemos porque nadie va a venir a defendernos”. Explicaban mujeres nahuas de Chiepetepec a automovilistas; esto debido a los robos, asaltos, violaciones y la presencia de personas con actuar extraña en la comunidad; y que en acuerdo común decidieron tomar dichas medidas para protegerse.
Chiepetepec de 1800 habitantes, municipio de Tlapa, se suma a los levantamientos populares de Huamuxtitlán, Xochihuehuetlán, Cualac, Olinalá, Ayutla, Tecoanapa, Ahuehuepan, Atliaca y Acatempa; buscando autodefenderse contra la delincuencia organizada y evitar los secuestros y extorsiones de los que últimamente han sido víctimas.

La respuesta del Gobierno estatal que encabeza Ángel Aguirre Rivero ha sido inmediata para atender esta problemática, enviando el Ejército, la Marina y la Policía Federal y Estatal para reemplazar los retenes populares; sin embargo, estas medidas no garantizan la plena seguridad de los ciudadanos, por lo que, éstos han optado mantener los retenes populares en entradas y salidas de las comunidades.

Los levantamientos armados de autodefensa contra la delincuencia que han surgido —hasta el momento— demuestran la incapacidad del Estado mexicano para garantizar la seguridad pública, no solamente en la entidad, sino en todo el país; aunada también la complicidad y corrupción de la policía municipal, que protegen a las bandas criminales.

Desde hace años, las comunidades indígenas han sido víctimas de la delincuencia: robos, extorsiones y secuestros. Los delincuentes vieron como “mina de oro” que los pobladores tuvieran algún familiar en Estados Unidos, por lo que intensificaron sus actividades ilícitas en las zonas con nula presencia policiaca. En caminos de terracería y brechas que conducen a las comunidades, los delincuentes asaltan a las “pasajeras”, luego que los indígenas regresan de Tlapa a recibir algún pequeño envío de familiares; aunado también el común y añejo robo de ganados.

Ante estas circunstancias, la única alternativa que les queda es hacer justicia por sus propias manos; no descartando que el movimiento de autodefensa, se extienda por las demás comunidades indígenas de La Montaña, toda vez que el Gobierno estatal, no garantice la seguridad y tranquilidad de las familiares guerrerenses.

El día de ayer, el gobernador Ángel Aguirre Rivero y los mandatarios de Morelos, Edomex, Hidalgo, así como Jefe de Gobierno del Distrito Federal; se reunieron con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y el gabinete de seguridad nacional en la ciudad de Toluca; con la finalidad de afinar y reforzar las estrategias en materia de seguridad en el país y el apoyo de la federación a las entidades.

Seguramente, la federación enviará a más efectivos del Ejército, la Marina y la Policía Federal; para reforzar la seguridad en los puntos críticos en los que los pueblos ya se levantaron. Sin embargo, el gobierno estatal tendrá que valorar y no descuidar otras regiones del estado, donde evidentemente, los pobladores están valorando seguir las mismas acciones y medidas.

Esto se trata —quizás— de una primera fase de un levantamiento popular contra una injusticia social como lo es la falta de seguridad pública; en este contexto, los pobladores podrían aprovechar la coyuntura político-social para exigir al Gobierno estatal y federal: educación, salud, obras sociales y otros beneficios para el bien común. Y es lo que hacía falta… que el pueblo se pusiera de pie.