sábado, 3 de septiembre de 2011

Votar no es suficiente


Ibáñez M. J. Hoe

Todos tenemos fines que no podemos conseguir aisladamente. Algunos de ellos los podemos alcanzar cooperando con otros que comparten fines similares, lo que nos lleva a formar una asociación.

De esta manera, dicha asociación tendrá que organizar la forma en cómo conseguir sus objetivos comunes. La democracia es una vía para conseguirlos; pero, ¿qué es la democracia?

El término tiene un sinfín de interpretaciones; sin embargo, en este caso, es diseñar un conjunto de reglas y procedimientos, una constitución, que determinará cómo habrán de adoptarse las decisiones de la asociación. En su gobierno, todos los miembros deben considerarse como políticamente iguales.

Sin embargo, en un país como México donde los partidos políticos, el gobierno y las instituciones creen o quieren hacer creer que el voto es sinónimo de democracia, están desgraciadamente equivocados. La sociedad actual debe exigir mayor participación en la vida política. El voto no es suficiente para garantizar en plenitud el ejercicio de la democracia, por lo tanto, no se le puede llamar ni caracterizar de esta forma.

En una sociedad, donde se pretende ejercer la democracia es indispensable tomar en cuenta cinco criterios en el proceso de gobierno:

En primer lugar tenemos a una participación efectiva, en la que todos los miembros deben oportunidades iguales y efectivas para hacer que sus puntos de vista sobre cómo haya de ser la política sean conocidos por los otros miembros.

En segundo lugar tenemos la igualdad de voto, donde todo miembro debe tener una igual y efectiva oportunidad de votar, y todos los votos deben contar como iguales.

En tercer lugar tenemos una comprensión ilustrada, donde todo miembro debe tener oportunidades iguales y efectivas para instruirse sobre las políticas alternativas relevantes y sus consecuencias posibles.

En cuarto lugar tenemos un control de la agenda, donde los miembros deben tener la oportunidad exclusiva de decidir cómo y, si así lo eligen, qué asuntos deben ser incorporados a la agenda. Así el proceso democrático exigido por los tres criterios anteriores nunca se cierra.

Y, en quinto lugar tenemos la inclusión de los adultos, donde todos o, al menos, la mayoría de los adultos que son residentes permanentes, deben tener los plenos derechos de ciudadanía que están implícitos en los cuatro criterios anteriores.

Solamente así, con el cumplimento de estos principios básicos se puede presumir que en una cierta asociación o sociedad, se ejerce la democracia plenamente; y no a medias, como actualmente se ejerce en nuestro país con apenas el derecho al voto.

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